jueves, 24 de enero de 2013

Quiste Hidatidico

   La hidatidosis es una enfermedad que el perro puede transmitir al hombre, con consecuencias graves para nuestra salud. En las personas da lugar a bultos de gran tamaño principalmente en hígado y pulmón, llamados quistes hidatídicos, que solo pueden ser tratados mediante cirugía.

   En la clínica diaria, los veterinarios hacemos mucho hincapié en que los propietarios deben desparasitar de manera adecuada y sistemática a los animales. La recomendación de tener una mascota correctamente desparasitada la hacemos por dos razones:

• Por la propia salud de las mascotas

• Por nuestra propia salud.




   Los veterinarios cumplimos una labor fundamental en la prevención de zoonosis. Por eso nuestros clientes deben estar informados de las enfermedades que puede tener su animal, cuales son transmisibles a las personas y la mejor manera de prevenirlas.
   Un animal debe estar correctamente desparasitado en todas las etapas de su vida y fundamentalmente en la etapa de cachorro, un periodo especialmente vulnerable debido a la inmadurez de su sistema inmunológico. Los parásitos pueden ser internos y externos. Y dentro de los parásitos internos nos encontramos dos tipos:

• Lombrices planas, Tenias también llamadas cestodos

• Lombrices redondas o nematodos.



   Hoy nos vamos a centrar en un parásito bastante desconocido pero peligroso para la salud del hombre, el echinococcus granulosus, más conocido como quiste hidatídico. Los quistes hidatídicos son las formas larvarias del cestodo. Los signos y síntomas varían según la localización, el tamaño y numero de quistes. La rotura de un quiste hidatídico y salida de su líquido puede potencialmente provocar una reacción anafiláctica en el organismo parasitado.
   La distribución es mundial, especialmente en países donde el pastoreo ha sido una actividad importante. El principal reservorio es el perro, ya que puede albergar miles de gusanos adultos sin presentar síntomas. El perro doméstico y otros canes alojan el adulto en el intestino. La forma larvaria, esto es, el quiste, se aloja en hospedadores intermediarios como los herbívoros, en especial, las ovejas y en el hombre.
   La transmisión al hombre se produce por ingestión de los huevos que eliminan los hospedadores, en este caso, el perro. Esto puede producirse de forma directa, al pasar huevos de las manos a la boca; o de forma indirecta, por el consumo de alimentos contaminados. Hay que dejar bien claro que no hay transmisión directa de perros a personas, ni tampoco de los herbívoros al hombre.
   La mejor manera de evitar un contagio y por tanto un disgusto es la prevención. Ya que el tratamiento definitivo es quirúrgico. Por eso desde nuestro hospital intentamos concienciar a la gente de lo imprescindible que es hacer una desparasitación rutinaria, ya que hay que tener en cuenta que los huevos sobreviven en las heces más de dos años y no les afectan los desinfectantes normales.

Como lo prevenimos:

• No tenemos que alimentar a los perros con vísceras crudas.

• Es muy importante desparasitar a los cachorros correctamente y repetir cada 3 meses.

• Se deben hacer análisis coprológicos de forma periódica.

• Pasear al perro con collar y correa, para que no vagabundee.

• Lavar muy bien los vegetales que son ingeridos crudos.

• Evitar que los niños se lleven tierra o arena a la boca.

• Lavarse bien las manos después de tocar el perro.

• Evitar que los niños sean lamidos en la boca por el perro.

• Medidas rigurosas de higiene y cuidados.


   Existen en el mercado multitud de antiparasitarios y aunque pensamos que todos son parecidos, no es así. Los hay más genéricos, abarcando varios tipos de parásitos y más específicos. El veterinario le indicará usar uno u otro en función de varios factores como residencia habitual del perro, escapadas a otras zonas de la península, cercanía de ganado o perros de ciudad.

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