jueves, 7 de febrero de 2013

Alergias

   Las alergias son enfermedades cada vez más frecuentes en nuestros perros y gatos y muchas veces lo más complicado es saber cuál es el agente causante. Los problemas dermatológicos suponen un 45% de las consultas en la clínica diaria. Es un problema frecuente que le afectan muchos factores. Uno de ellos es el estacional, asociado al calor y a la humedad.

   Cuando acude a la clínica un animal con un proceso dermatológico debemos aplicarle un protocolo muy estricto ya que son enfermedades multifactoriales, y se suele llegar al diagnóstico por exclusión.
   El primer paso va encaminado a una buena anamnesis. Es muy importante la información aportada por el dueño: como empezó la lesión, si presenta prurito…
   El segundo paso consiste en realizar una exploración general para descartar cualquier afección primaria que sea la causante de este proceso. Y una vez descartada se realiza una toma de muestras de piel, pelo y descamaciones para analizarlas y en su caso, cultivarlas para buscar parásitos, hongos y bacterias. En último caso puede ser necesaria la toma de una biopsia para llegar al diagnóstico.

   Nuestra experiencia en estos casos de más de treinta años nos determinó a aconsejar a los propietarios de dueños con perros y gatos con lesiones presumiblemente alérgicas recurrentes, la realización de unas pruebas alérgicas.

   Las alergias en los animales de compañía son, al igual que en las personas, cada vez más frecuentes, y probablemente estén relacionados con la alimentación y los ambientes cada vez más contaminados. Estas alergias se manifiestan, muy frecuentemente, con un componente dermatológico.



   Actualmente con los avances logrados en este campo se puede llegar a determinar el alérgeno o los alérgenos que causan el cuadro alérgico mediante un sencillo análisis de sangre. Lo primero que hacemos es saber si esa sangre corresponde o no a una mascota con alergia. Si no lo fuera, habría que evaluar otra vez el caso porque seguro que algo se nos ha quedado atrás sin saberlo.

   El laboratorio de referencia expone la sangre del animal a diferentes alérgenos para determinar a cual es reactivo. Con esta información obtenida se crean vacunas frente a estos alérgenos para conseguir la hiposensibilización del animal.

   Cada vez son más los animales sensibles a determinados elementos: polen, polvo, picaduras de insectos, alimentos e incluso a componentes de su propio organismo. El nombre científico para todos estos productores potenciales de reacciones alérgicas es alérgeno, o más técnicamente, antígeno.



   Las reacciones alérgicas se clasifican en cuatro grupos, y las más frecuentes se conocen como Hipersensibilidad tipo I. Éstas aparecen inmediatamente después del contacto del animal con el alérgeno, que en este caso es, principalmente, la mordedura o picadura de parásitos y el contacto con diversos tipos de polen.

Describiremos las más importantes:

Anafilaxia

Reacción generalizada que se presenta a los pocos minutos de la entrada del producto causante en el torrente sanguíneo del animal. Pueden causar este tipo de alergia las vacunas, determinados fármacos, picaduras de insectos, ciertos alimentos, pólenes, mohos, etc...

Son procesos que cursan con náuseas, vómitos, diarrea, frío, palidez de mucosas, taquicardia, respiración acelerada y, en algunos casos, la muerte.

Si el animal sobrevive más de cinco minutos, también puede aparecer hipersalivación y defecación. Asimismo, suele ser habitual la presencia de efectos localizados, como edema en la cara y ojos y reacciones urticarias (ronchas).

Existen formas leves que no requieren tratamiento y desaparecen los síntomas entre una a seis horas. En casos graves, la actuación ha de ser inmediata con la aplicación de respiración asistida y tratamiento farmacológico urgente.

Rinitis Alérgica

Suele producirse por inhalación de alérgenos como polen, caspa, polvo, mohos, humo de tabaco, etc. No es muy frecuente ni muy grave, el síntoma principal es el estornudo.

Asma Bronquial

Se trata de ataques, entre leves y graves, con “silbidos respiratorios”, tos, dificultad en la respiración (con boca abierta), color azulado de las mucosas, comportamiento frenético y, en casos graves, la muerte. Es más frecuente en verano y tras el ejercicio.

 Atopia

También llamada dermatitis alérgica inhalante o eczema alérgico. Es una reacción que suele desencadenarse ante la exposición del animal a determinados alergenos ambientales (polen o polvo, por ejemplo).

El gato siente picor intenso y suele aparecer entre los 12 y los 36 meses de vida; rara vez tras los 7 años de edad. Los síntomas pueden ser estaciónales ó estar presentes durante todo el año. Afecta a casi todo tipo de razas, y más en hembras.

El tratamiento consiste en eliminar (o evitar en lo posible) el contacto con el alergeno y aplicar los fármacos pertinentes (corticoides)

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